Los depredadores
La conciencia es una acumulación de experiencias “gravadas” en el alma, eso hace que cada quien sea totalmente diferente, único. Esa alma genera un tipo de personalidad y sumada a su genética, al lugar y sociedad donde crece luego aparecen los conflictos entre la razón y el instinto, en gran parte por eso surgen las crisis humanas, internas y externas.
En esta realidad, el hombre y la mujer se atraen inicialmente por el instinto de conservación, tratando de alcanzar la unidad de su Ser como experiencia individual y sólo consiguen, en el mejor de los casos, un poco de gratificación y la continuación de la especie, pues generalmente esta búsqueda de la unidad es inconsciente.
Pero, por nuestra condición de tener una conciencia individualizada, no nos satisface simplemente reproducirnos, queda un vacío. Entra en juego entonces la sexualidad como confrontación doble, en los planos de la materia, la energía y la mente.
La fuerza del instinto de conservación busca una vía de solución por medio del plano mental, constituyendo el Ego personal y con él empiezan los conflictos.
Uno de los grandes problemas es el daño que nos hacemos mutuamente y a nosotros mismos, algunas veces, esta manera de comportarnos se vuelve tan destructiva que nos transformamos en depredadores, en realidad los seres humanos somos intrínsecamente depredadores, los peores destructores en el sistema solar, sólo observemos el deterioro que le provocamos al planeta.
Muchos hombres y mujeres vivimos un poco ingenuos ante los depredadores, hay gente que actúa de esta manera inconscientemente y otros que lo hacen concientemente, esto es algo real y se da en nuestra sociedad todos los días. Sucede que alguien está mal, enojado, en crisis y hace daño a los que ve bien, aun a los que ama; boicotea a otros sólo por el hecho de verlos mejor. Lo interesante es que no sólo son personas los depredadores, a veces son grupos, instituciones, empresas, gobiernos, etc.
Pero los peores depredadores son las personas que parasitan, utilizan, extraen, agreden, piden, absorben, presionan, exigen, abusan, violan y matan. El asunto importante es que éste tipo de sucesos pertenecen al lado negativo de la fuerza de la existencia y destruyen lo mejor que tenemos los seres humanos para entregar.
Es difícil de asimilar y comprender el lado oscuro de todo lo que existe en el universo; pero cumple una función y así se mueve la vida, sólo que no debe haber “demasiado” de negativo. En realidad, es fundamental aprender a vernos a nosotros mismos con nuestras luces y sombras para que sea más fácil ver lo que sucede afuera.
Enlace Taller de TANTRA Y SEXUALIDAD
Lo único que podemos manejar es lo que vivimos en nosotros y hacia nosotros. Elegir una relación de amistad o de pareja constructiva no es tan difícil si usamos el sentido común. Por supuesto que todo lo que nos pasa es por algo, y de alguna manera, nos merecemos esas situaciones y problemas que nos tocan vivir, pues algo tenemos que aprender de ellos. Pero, para solucionarlos, primero hay que lograr ver la situación y luego intentar asumirla. La gente que ha sufrido situaciones terribles pensará que estoy totalmente herrado, porque duele comprender que podemos atraer, inconscientemente, ese tipo de experiencias dolorosas hacia nuestro propio ser; pero sucede, ya que lo que ocurre afuera en el mundo tiene relación con lo que ocurre dentro de nosotros mismos.
Esta manera de hacernos tanto daño genera algo que en la actualidad aumentó notablemente: la violencia en las calles y en la familia. Como dice parte de una de las tantas leyes de Córdoba, la Nº 9283: “ …se entenderá por violencia familiar, toda acción, omisión o abuso dirigido a dominar, someter, controlar o agredir la integridad física, psíquica, moral, psicoemocional, sexual y/o la libertad de una persona en el ámbito del grupo familiar, aunque esa actitud no configure delito”.
Es un delito moral y bien real si nos hace daño una relación, por eso es grave; si dejamos que suceda, también somos responsables. Es aquí donde debemos empezar a trabajar, aprendiendo a evitar que nos ocurra.
Es sorprendente que, en la mayoría de los casos, ni siquiera se los denuncia y lo peor es que hasta llega a considerarse como algo normal. Me resulta más extraño aún cuando escucho lo que me dice un amigo de un hombre que estos días mató a sus dos hijitos: - “él era muy bueno, ni sé porque hizo eso”. Este individuo declaró que lo hizo para no dejarlos abandonados y en venganza contra su mujer, quería matarla a ella luego, pero lo agarró la policía. No sé ni como llamarlo, a pesar de que conozco el nombre y sigue siendo un ser humano… sólo que ha usado su lado monstruoso.
Otros conocidos y familiares decían lo mismo, que era un hombre “muy bueno”, sólo le pegaba “de vez en cuando” a su esposa, ¿dónde y cómo estamos viviendo que una persona que abusa de alguien más débil, lo mismo es considerado como bueno?, sé que es normal que éste tipo de personas cree una imagen ante los demás, pero ¿qué idea tenemos de una persona constructiva y digna, aunque sea amable y simpática, si sus hechos dicen lo contrario?
Vemos la violencia masculina y el abuso hacia la mujer en todos los niveles sociales, pero la violencia brota en cualquier lado y en todas las edades, ahora se suman los juegos sangrientos en las computadoras… desde niños estamos destruyendo y despedazando gente, “fría y apasionadamente”; dedicamos tiempo practicando para ser depredadores, lamentablemente no sólo no hemos superado la agresividad sino que la hemos vuelto sofisticada, y más aún, si calamos más hondo veremos que el ser humano tiene una tendencia a abusar del más débil; hasta nos gusta porque nos hace sentir poderosos. Ésta es una simple y muy destructiva manera de vivir el instinto, así nos pasa con ancianos, niños y todos los que son más débiles que uno.
Al llegar a una casa para asegurar las puertas y las cerraduras luego de un robo observo un problema básico, el abuso. Un robo simboliza una gran descarga, que estoy seguro tiene que ver con lo sexual mal canalizado, mal aprendido.
Seguramente en la época en que la fuerza bruta era imprescindible para vivir y nos comportábamos casi como animales tenía lugar la violencia, pero ahora, en el presente, todo esto no tiene ningún sentido. Es fundamental que cambiemos lo que nos queda de esa agresividad instintiva para no seguir actuando como animales, repitiendo el esquema en el cual el más fuerte o con más dinero, títulos, fama o poder hace lo que quiere con alguien más débil; en lugar de darle una mano por ser más fuerte.
En las Damas
Es la vida casi como en la selva, y peor aun en algunos ambientes de esta sociedad. Es por eso que toda mujer debe ser conciente de esto, para estar y sentirse más segura de no ser consumida o devorada. A veces, este tipo de depredador, conciente o inconscientemente, se abusa de la energía femenina, de su fuerza creativa, tomándola para su propio placer y dejándola en el vacío, en blanco; y la mujer se queda sin saber qué paso y dónde estuvo su error, por qué se quedó sin energía.
Es simple reconocer a este tipo de gente, sólo es necesario activar la intuición y el instinto de conservación, las dos cosas. A través de ello se dará cuenta de que está cerca de alguien así, pues si es en una relación, ésta seguro la hace sentirse más pequeña, insegura; en lugar de más grande y dichosa.
Convertirse en una reina, o por lo menos que la traten de esa manera, es el sueño de muchas mujeres; en realidad sentirse amada como una reina. Pero esto puede no ocurrir, y generalmente así sucede, pues a veces es la propia pareja que han elegido para sus vidas el depredador que asesina toda sus posibilidades: las prostituye, corrompe y castra debido, entre otras cosas, a la inseguridad masculina que se basa en el miedo a la gran fuerza natural de la mujer. Pero, lo más raro es que aún en esta época la mujer deja que eso pase y otras hasta ayudan a que suceda.
Es evidente que en su propia mente está ese “depredador” y por eso se refleja en la realidad, atrayendo o aceptando este tipo de hombre, incluso muchas repiten los mismos problemas y cuando cambian de pareja vuelven a recibir el mismo mal trato.
Ahí también se debe trabajar, pues la liberación de la Shakty comienza a través de la misma mujer, esa es una de las llaves, incluso puede utilizar al depredador en su interior en favor de sí misma, destruyendo en ella todo lo que la ata, la disminuye, comprime, le impide el fluir de su verdadero Ser.
Todavía puede verse a muchas mujeres que quieren imitar al hombre: actúan como cualquiera de nosotros, fácilmente levantan la voz de manera autoritaria e incluso llegan a dejarse de lado a sí mismas descuidando su peso o abandonándose en el sentido de la belleza femenina externa, reemplazando los cuidados de su persona con actitudes masculinas o desarrollo intelectual, entrando en competencia con hombres y mujeres, en lugar de ser ellas mismas.
Cada vez se conocen y desarrollan más ideas de cómo liberarse de la aún aparente “dominación sexual masculina”, pero la vía total y real es dejar fluir la fuerza femenina, la Shakti, la sexualidad complementaria de la mujer. En este reino nadie puede competir y en realidad, no es necesario.
Cuando una mujer vive fuera de sí misma, con mandatos o tendencias externas, en lugar de seguir su propio conocimiento y necesidades internas, que incluyen toda esa fuerza intrínsecamente femenina y el poder erótico natural que posee se limita, siguiendo una estructura social que no tiene que ver con ella.
En cambio, una mujer que se encuentra en contacto con lo erótico dentro de su Ser y su persona se sentirá menos dispuesta a aceptar la impotencia u otros estados del Ser que no son parte de su naturaleza, tales como la resignación, la desesperación, la auto-destrucción, la depresión, la auto-negación y el miedo a crecer o a tener éxito, que la deja al costado de sus verdaderas posibilidades, en situaciones mediocres o dolorosas.
Puede observarse, como complemento destructivo del depredador externo, que dentro de sí misma aparece el apego excesivo a la naturaleza, pues es la que da la vida, ella es la “Madre Tierra” por medio de la cual viene la vida superior al planeta, la vida física a través de los niños y la iluminación a través de su inspiración y sexualidad. Sus hijos, su casa, su hombre, sus emociones, su cuerpo pueden ser un problema que aún frene a la mujer, pues el apego crea dependencia, la dependencia de algo externo te saca del centro interno para ubicar el sostén afuera. Por más que eso externo sea maravilloso, si crea dependencia ya no puede ser ella misma, en realidad se convierte en esclava de su propia naturaleza.
Amar sin apegos, con libertad, puede ser la clave para la mujer. Tal vez, un tiempo sin estos “apegos” le dé la posibilidad de más sabiduría, así me parece que será la nueva mujer Maestro o Sacerdotisa. Esto no quiere decir ser irresponsable y olvidarse de los que la necesitan, sino cumplir su labor y luego desapegarse, por ahí vendrá seguramente la prueba de verdadera sabiduría para una mujer en un camino Iniciático para el nivel de Maestría.
Una mujer que florece a la vida ya no daña ni se daña, es pura energía y luz.
Hombres.
Para los hombres la situación es muy similar pero existen algunos detalles diferentes, pues un varón sin la fuerza masculina afirmada y la femenina desarrollada en su interior está a merced de cualquier mujer depredadora y, prácticamente, ningún hombre puede resistir a una mujer que sabe utilizar toda su energía, que sabe y conoce muy bien las debilidades del varón. ¿Cómo nos controlamos sin una práctica adecuada del Pratyahara ante una mujer bella o muy femenina? Es difícil, en el plano físico somos tan simples e instintivos. Esa es la realidad.
Yo diría que lo mejor que puede hacer un hombre para mantenerse más o menos leal a su familia y cuidarse de sí mismo, para no bajar demasiado a lo instintivo dónde termina horizontalizando su energía es ser completamente feliz en su matrimonio y no darse oportunidades o relaciones de amistad poco convenientes. Hay que estar muy centrados para que no nos influyan los demás, simple ley de entropía y, por supuesto, necesitamos recibir ayuda de la pareja.
El abuso físico ya no es sólo utilizado por el hombre, ahora hay damas que se han vuelto demasiado agresivas y también utilizan, piden, sacan, usan, aprovechan, venden su belleza, absorben, parasitan y golpean. He visto que cuando la mujer tiene mucho masculino compite y de todas las maneras posibles trata de bajar o boicotear a cualquier hombre que parezca superior a ella; y como lo vi en damas amigas también comprobé que es inconciente, hasta sin mala intención a veces, es simple necesidad de mayor reconocimiento y valoración. Pero los hombres que atraen éste tipo de mujeres terminan sin nada: sin sueños, sin libertad, sin seguridad, simplemente sin ser ellos mismos; entonces el planeta pierde algo, pues ser únicos es la cualidad principal de cada ser humano. Por lo tanto, dejar morir el hombre que somos es una pérdida irreparable.
No se puede dejar de lado su responsabilidad en relación con la pareja y los hijos; no es constructivo que continúe aún la tendencia entre las damas, y los mismos hombres que lo permiten, a vivir un poco castrados, tanto que luego de casarse pierden los viejos amigos, ya no salen con libertad y dejan de ser creativos, alegres, vitales. Con la excusa del matrimonio terminan en hombres títeres y tristes que no le sirven ni a la pareja (que le ayudó a llegar a ese punto), ni a ellos mismos. Es el tiempo de la interdependencia, en el que nos necesitamos y ayudamos mutuamente a ser mejores seres humanos.
Si a nivel social bogamos por una mujer más desarrollada y libre, como hombres debemos fortalecernos, desarrollarnos, afirmarnos y centrarnos. En estos años vemos cómo la mujer avanza y se prepara en todos los niveles de una manera maravillosa y constructiva para todos. Pero los hombres, en lugar de hacer lo mismo y seguir cultivándonos, nos estamos quedando y dejando de lado. En casi todos los cursos o talleres de Desarrollo Humano más del 75 % de los asistentes son mujeres. Es extraño, como un boicot general inconciente a nosotros mismos.
Necesitamos salir de ésta apatía y seguir avanzando, de manera tal que no nos maneje tan fácilmente lo instintivo; y como el instinto es un animalito, lo mejor que podemos hacer es mantenerlo contento y sin hambre para que no moleste ni nos arrastre. Es fácil acariciar un león si no le tenemos miedo y no tiene apetito, (lo digo porque lo he hecho). Así de simple, con el plano animal bien canalizado y feliz le podemos agregar a nuestra vida un objetivo superior o espiritual, como la búsqueda de una conexión conciente con lo sagrado, con el universo, como algo que se encuentre por encima de todo lo que vivimos normalmente como humanos. Entonces es más fácil superar cualquier tendencia a degradarnos.
Otra manera que tenemos los hombres de ser depredadores es utilizar el cuento del abandono de la pareja actual, del vacío que tenemos y del consuelo que necesitamos. Nos mostramos y sentimos víctimas para que nos consuelen, prometiendo o insinuando a esa pareja momentánea, que se transforma en amante, que es la pareja ideal; cuando en realidad casi seguro nunca será una pareja estable y para nosotros sólo llena alguna necesidad. El hombre no percibe entonces que queda dividido al amar, sin profundizar en ninguna de las dos relaciones.
Sin ninguna duda los depredadores hombres somos los peores, pero también participan mujeres, he visto mujeres que motivan la violencia y lo animal en los hombres de una manera realmente muy instintiva, sacándole al “macho”su parte más oscura, debido a celos, lujuria, ambición, venganza, incluso a riesgo de que lastimen a sus propios hijos. Un hombre, en ese estado llega a comportarse peor que un animal, así sucede con los asesinatos, de una manera realmente antinatural.
Las protestas feministas, según mi visión, se basan no tanto en la igualdad sino en el amor. En el caso de los hombres es, en general, por la libertad. Tendríamos que trabajar por ambos móviles: amor y libertad. Así lograremos la equidad.
La dominación masculina seguramente comenzó en el sexo físico, el manejo del dinero y el poder, ésta es una realidad que todavía tenemos que superar. Intentar manejar al otro mediante ese poder no le da ganancia a nadie. Ese mundo, aún parece ser “el mundo del hombre” y lo construimos sobre la fuerza de la agresión sexual instintiva y con ayuda de las mujeres, así nos criaron. Por eso el dinero y el poder son pilares fundamentales en una sociedad, en muchos aspectos, corrupta y no lo es la ayuda mutua, por ejemplo. Sacar ventaja y ganar a cualquier precio son la tendencia, pues la sociedad ama a los ganadores y casi nadie mira como llegaron a tener éxito. A esto también lo generan las damas que se acercan a cualquier hombre poderoso o famoso, sin importar de qué manera logró ese poder, esa es también una manera de prostituirse. Debemos cambiar esto, es fundamental que nuestros objetivos como hombres y mujeres sean más constructivos. He visto gente inteligente y creativa cambiar mucho por el estímulo y la presión de su pareja para que logre ser “alguien” sin importar el costo, no es este tipo de mujer el problema, aunque realmente influye, somos nosotros que nos dejamos arrastrar.
La mayoría de los roles en la humanidad prácticamente nos definen externamente, en lo social destruyendo al individuo; y ya es tiempo de dejar de ser lo que quieren nuestros padres, la pareja o cualquier institución de la sociedad y permitir que se manifieste lo que nos fluye vivir. El valor de alguien consiste en lo que somos, y no en lo que tenemos o parecemos. Lo que somos se mostrará a través de nuestros hechos.
A mí me encanta mi oficio porque la mayoría de las veces tengo que andar con la ropa de trabajo con grasa o sucia de grafito, mi esposa me insistió durante varios años que debía estar más prolijo, presentable, hasta trajo otras damas para que expresaran lo bien que me vería con otra ropa en el trabajo; ¡imposible! Aunque reconozco también su punto de vista. Al tiempo ella desistió y hasta le encontró sentido a mi planteo. Me gusta así, no preocuparme por la ropa cuando estoy en el taller de la cerrajería para concentrarme en el trabajo y sobre todo, me gusta porque la gente te juzga por tu aspecto y no te ve por dentro, tan condicionados estamos a veces que alguien mal vestido o de ropa de trabajo no es “alguien”. Claro, si asistimos a una boda, una fiesta, una práctica de meditación, una operación o a la hora de comer en familia, llevar ropa sucia y estar incorrectos es totalmente desubicado y también tonto, molesta, pica, huele mal.
Insisto, los roles en la sociedad nos definen en lo externo porque inclinan ciertas circunstancias, mas conozco gente valiosa y bella de alma en cualquier nivel social, pues en realidad es nuestro Ser quien nos define esencialmente, podemos ser buenas o malas personas como jardinero, contador, albañil, medico o legislador.
Contemplando todo esto con la imagen o lo que mostramos hay que usar el sentido común y situarse: cuando estamos con una dama, sea ésta la pareja que tenemos hace 30 años o alguien a quién recién conocemos, muchas veces destruimos momentos sublimes; somos nosotros mismos nuestro propio depredador porque no nos damos un buen baño, ni utilizamos un perfume agradable, ni vestimos la ropa adecuada al momento y lugar. Demasiados hombres todavía descuidamos nuestro aspecto, no prestamos atención a que cada momento y rol que vivimos requiere una presentación exterior adecuada, lo cual colabora para que todo vaya mejor, esto debemos aprenderlo de las damas.
Decía Krisnamurti: “La relación basada solamente en necesidades mutuas sólo trae conflicto. Por interdependientes que seamos, nos usamos el uno al otro para un propósito, para una finalidad. Con una finalidad en perspectiva, la relación es inexistente. Usted puede usarme y yo puedo usarle. En esta utilización perdemos contacto. Una sociedad basada en la utilización mutua de sus miembros es el fundamento de la violencia. Cuando nos usamos el uno al otro, sólo tenemos la imagen del fin que deseamos obtener. El fin, el provecho, impide la relación, la comunión. En el uso que hacemos de otro, por satisfactorio y confortador que pueda ser, siempre hay miedo. Para evitar este miedo, tenemos que poseer. A causa de esta posesión, surgen la envidia, la suspicacia y el conflicto constante. Una relación así, jamás puede ser fuente de felicidad
Una sociedad cuya estructura se basa en las meras necesidades, ya sean fisiológicas o psicológicas, tiene que engendrar conflicto, confusión y desdicha. La sociedad es la proyección de uno mismo en su relación con otro, relación en la que la necesidad y el uso mutuo son predominantes. Cuando usted usa a otro para sus propias necesidades físicas o psicológicas, en realidad no hay relación en absoluto; usted no tiene un verdadero contacto, una comunión verdadera con la otra persona. ¿Cómo puedo tener una comunión con el otro, cuando el otro es utilizado como un mueble para mi propia conveniencia y comodidad? Así pues, es esencial comprender el significado de la relación en la vida cotidiana. “
Algo que perjudica mucho, creo más a los hombres que a las mujeres y sucede sin darnos cuenta, es dejar que la imaginación trabaje demasiado. Cuando pasamos demasiado tiempo sin amor o cariño nuestras emociones y la mente utilizan esta alternativa. Es fácil darnos cuenta porque en algunos casos nos masturbamos demasiado, y no sólo es el cuerpo que necesita cariño físico sino que también nos activamos muchas veces por pensar demasiado en algo que nos falta y nos ponemos a imaginar que hacemos el amor. Pienso que la mayoría de los hombres malgastamos mucha energía en esta tendencia. Seguramente, en una etapa de la vida, al llegar la adolescencia y durante algunos años más, masturbarse es sano para conocerse, contentarse y aceptarse, incluso pienso que es algo que debemos vivir y disfrutar sin culpas ni prejuicios. No hay problema con esto, pues es parte de nuestro instinto de reproducción y si lo necesitamos hay que disfrutarlo. Pero es totalmente conveniente superar esta etapa y no quedarnos anclados en ella, para buscar algo más profundo y superador que nos recree en todo sentido, viviendo la experiencia con otro ser bien concreto.
Lo más complejo es que la realidad casi nunca tiene que ver con lo que imaginamos alguna vez, sobre todo en relación con las damas. El problema más grave es que luego es difícil disfrutar del presente con alguien de carne y hueso que, como ser real, posee algunos defectos. Si no somos capaces de conectarnos y aceptar a esa persona tal como es, terminamos complaciéndonos en nuestra mente y compensándonos en algún plano fuera de ese presente que vivimos. El resultado es triste para ambos.
De todos modos una recomendación que por simple no deja de ser importante, y tampoco es un chiste, es que una mujer siempre está “más delgada”, no importa cómo sea ni quién sea, el momento o el lugar, siempre está más bonita y más delgada. Si le dices lo contrario sólo la molestarás y se enojará, por más bien intencionado que sea el comentario. Pensando que así adelgazará o se cuidará, aun si lo pregunta y pide que le digamos la verdad, sigue más delgada. Y en definitiva…¿Quién decide que alguien es más bello o más feo, con mejor forma o lo contrario?. Aquí es donde nos explotan y nos venden una imagen canalizada para algo, con canciones, películas, fotos, moda, productos de todo tipo, que además nos ayudan a estimular más la imaginación, dejando de vivir la realidad tal cual es. Si tomamos ese punto de referencia, nuestra pareja nunca llegará a ser una diosa, pues las diosas sólo están en las pasarelas, los videos y en la televisión. Entonces dejamos de vivir nuestra vida y sólo miramos cómo viven otros.
Otras veces, los seres humanos buscamos un escape a través de los negocios, trabajando demasiado, acumulando riquezas, lo cual representa sólo un modo de aturdirnos por nuestra incapacidad y miedo de amar bellamente a través del cuerpo y el contacto real. ..... del libro Vida de Hombres y Mujeres Tantra de lo Humano a lo Sagrado...
Video..La monogamia no es naturalhttp://www.redesparalaciencia.com/311/redes/redes-26-la-monogamia-no-es-natural-29-minutos
EXUALIDAD SAGRADA
Cuando nos planteamos la posibilidad de vivir una sexualidad elevada, abarcando desde lo físico hasta lo espiritual, lo primero que tenemos que ver y asumir es que los seres humanos contaminamos casi todo: desde tirar un simple papel o una lata de gaseosa vacía por la ventanilla del auto en una ruta, hasta el agua que consumiremos luego; es extraño pero aún no hemos aprendido bien este asunto de respetar y cuidar lo que nos rodea, lo cual nos convendría a todos.
Si nos damos cuenta de cuánto ensuciamos nuestro entorno, en todos los niveles, podremos imaginar cuán lejos estamos de lograr mayor sutileza en una experiencia sexual, en la que todos los detalles del día a día cuentan y aportan, a favor y en contra, en cualquiera de los planos.
Hay que saber que en un ambiente contaminado por fuera y por dentro, debido a las broncas, los malos tratos, la tristeza y teniendo una mala alimentación basada en productos chatarra que intoxican el cuerpo; con nuestra mente llena de confusión e ideas de otros (que no sabemos si son ciertas) lograr otro tipo de experiencia es muy difícil. Por aquí tenemos que empezar el cambio, por la ecología personal, que es la única manera de llevar el equilibrio afuera. Y es en relación con esto que se torna importante citar y poner en práctica los elementos del Yoga, como alternativa y herramientas trascendentes.
Le sumemos a todo esto el vacío interior que vivimos hoy, como individuos y en pareja, ya que en ciertos casos estamos “solos en compañía”. Pienso que la principal razón de esto es que todavía no asimilamos que somos seres espirituales; no lo digo en el sentido religioso, me refiero a que somos mucho más que materia, venimos y nos movemos en un universo que gira en espiral, que es espiritual y se ordena debido a un conjunto de Leyes Naturales. Lo mismo ocurre con nosotros: nuestro centro material, el cuerpo físico, también es espiritual porque se polariza en esas mismas fuerzas, y está también relacionado con la energía; ¡además es mental!. Sólo es cuestión de pensarlo y descubriremos la lógica.
El Ser se mueve en espiral y cada pedazo del sí mismo que anida en nosotros se mueve igual, por eso es acertado definirnos como Seres Espirituales; el esquema es simple: el plano o cuerpo material tiene un sub plano físico del físico, y también un plano emocional, mental y espiritual; a su vez, el emocional tiene un sub plano físico, el emocional del emocional, el mental y el espiritual; lo mismo se aplica al plano mental y también al transpersonal. Todos los “planos” tienen sub planos físico, emocional y mental y ya sabemos que todo está constituido por partículas, espirales, o sea espirituales que son la fuente y parte de todo el universo. as parejas generalmente afinan en alguno de estos planos y subplanos y se casan sin saber que hay mucho más por trabajar, coincidir o complementar. Por eso aparecen los vacíos.
Enamorarse en alguno de los planos no completa la pareja, es sólo el comienzo de algo, incluso podemos amar a alguien desde el subplano físico del físico y el otro amarnos desde el plano anímico, emocional, al final con el tiempo no nos entendemos, ni comprendemos al otro, esto debe trabajarse mucho. Por eso, lo que necesitamos entre las múltiples posibilidades que existen en la actualidad, es encontrar un modelo de pareja que tienda hacia un desarrollo superior, o sea llegar a enamorarse en todos los niveles o cuerpos para vivir una vida más intensa, completa y para eso debemos buscar lo espiritual, no como una “espiritualidad” con carga religiosa, a veces infantil y dogmática; si no esa fuerza profunda que mueve todo. Debemos dejar de relacionar lo espiritual únicamente con lo religioso, como si sólo existieran juntos, usemos bien esta palabra, es menester saber que para afinar con ese orden del cosmos y ubicarnos en él concientemente, no debemos ser necesariamente religiosos, sólo descubrir todo lo que somos más allá del cuerpo material.
Sexo y amor
Algunos dicen que el sexo es el quinto poder del ser humano y que a través de él se puede liberar o esclavizar al hombre. No sé si es un poder, en realidad prefiero no verlo así, porque pienso que los que sólo buscan poder se pierden lo mejor de sí mismos, que es Ser. Pero sí considero que es un potencial enorme de energía, mal aprovechado aún.
Diría que casi nadie puede llegar a ser total, o realizarse completamente, sin despertar esta fuerza o haber vivido, por lo menos alguna vez en su vida, la experiencia de descubrir ese contenido oculto en y a través de otro ser humano.
Hay ciertos profesionales que definen al amor como "una adicción química entre dos personas", como si fuera una especie de droga. Otros sostienen que el amor es una combinación de imágenes cerebrales, hormonas y genética. Entonces, cuando existe enamoramiento, de verdad se dan, en mayor o menor medida, una serie de circunstancias como la atracción física, mencionada comúnmente como “cuestión de piel”, la atracción sexual o el afecto y el apego duradero, transformados luego en sentimientos. Estos “sentimientos” desencadenan en nuestro interior un conjunto de alteraciones químicas que generan sustancias como la dopamina, (hormona neurotransmisora) responsable de la sensación de atracción, o la serotonina, neurotransmisor que se encuentran en el sistema nervioso central y que tienen mucho que ver con el estado de ánimo, dicen que también está implicada en los pensamientos obsesivos.
Seguramente es cierto lo que sucede químicamente en el organismo al afinar con alguien que nos atrae mucho, o cuando comenzamos a estar enamorados; pero, considerarlo sólo desde la perspectiva de lo físico es mantenerse en lo superficial.
Hay mucho más en un encuentro entre dos seres humanos, no podemos dejar de tomar en cuenta ese cúmulo de experiencias en lo que llamamos alma que es lo más importante que traemos y nos hace encontrarnos con otro, porque allí reside la verdadera fuerza de la sexualidad que se descubre con la unión completa de los polos masculino y femenino del Alma.
Es tan simple: se juntan o se rozan dos cables, uno con su carga negativa o neutra, el otro con su valor positivo y salen chispas, armándose un cortocircuito tan grande cómo la cantidad de voltios que traigan. Si están demasiado tiempo pegados se funden por completo y todo queda en nada, perdiéndose toda la energía. Pero si se conectan a través de un buen filamento protegido para que fluya la energía naturalmente, esa fuerza se transforma en luz; y de acuerdo a la cantidad de energía y lo que resista el filamento habrá más luz. Así resulta cuando una mujer y un hombre se polarizan estableciendo una conexión en cada plano de las posibilidades humanas y del Ser, siendo el campo electromagnético de la pareja el cristal que protege el “filamento”, que es la parte donde están unidos. Por eso las posibilidades humanas son mucho más que materiales, podemos transformar la energía en luz; entonces la mujer, el polo femenino, se puede convertir en la Sacerdotisa de la tierra y el hombre, el polo masculino, en el Guerrero de la luz. Creo que estamos desarrollando, debido a la evolución, nuevos arquetipos de hombre y mujer, similares a los anteriores pero más definidos y completos.
En un universo que se mueve, expande y evoluciona constantemente la sexualidad no puede quedar atrás. Se la puede experimentar de muchas maneras y todas pueden ser válidas para cada quien; debemos respetar eso. Pero, sin ninguna duda, comenzar a orientar estas experiencias hacia planos más sutiles y como una herramienta para seguir creciendo en sustancia y en conciencia es, en el presente, una necesidad y lo que le dará futuro a las relaciones humanas y a la familia.
Entonces, para llegar a una sexualidad sagrada, o por lo menos más profunda, deberíamos considerar el amor como la búsqueda de lo mejor y más constructivo, la búsqueda del BIEN de la persona amada, además de lo que surja naturalmente en cualquier plano. Esa disposición se mantiene con la voluntad y no debe depender únicamente de los sentimientos, aquí aplicar el Pratyahara es muy importante; los sentimientos no son malos, son parte de las expresiones de la persona, pero, no alcanzan para edificar una relación de Amor y libertad profunda, pura y verdadera. Los sentimientos son pasajeros, ninguno dura para siempre, lo podemos comprobar todos los días, a toda hora, sólo observándonos un poco. La alegría, la pena, la euforia, el enojo y la tristeza son ejemplos de emociones y la realidad nos enseña que nadie está alegre o triste siempre, podemos tener una tendencia general positiva o negativa y en ciclos, pero lo mismo variará.
Por todo esto, se afirma que los sentimientos son emociones pasajeras, pero, el verdadero Amor está llamado a la eternidad. No sé si durará una eternidad pero estoy seguro que cuando amamos conectándonos a alguien, incluyendo todo lo que vemos y somos como personas y seres, nos tocamos la esencia, algo así perdura, pues la conexión es de Ser a Ser y el ser está en todo trascendiendo los ciclos de vida.
Entiendo por “conexión” y “estar conectado” la acción y el efecto de conectar, es decir, tener un punto de enlace. Ese momento en que la Mente Individual se comunica con la Mente Universal, el hallarse en una misma linea y onda vibratoria con tu Ser, con tu propia Fuente Interna, y por su intermedio, con el Ser Universal.
Es así que el amor debe tener una disposición y entrega, eso se nota realmente cuando, independientemente de como estemos o nos sintamos, buscamos y hacemos las cosas que le sirven positivamente a la persona amada. Para llegar a eso necesitamos madurar, tener un centro que nos mantenga afinados y concientes en el presente; hay tanta gente que dice amar y cuando se enoja se convierte en el peor enemigo ¿cómo es esto? ¿cuán profundo es un amor que ante cualquier emoción negativa se convierte en lo opuesto?. ...continua solo por pedido
La conciencia es una acumulación de experiencias “gravadas” en el alma, eso hace que cada quien sea totalmente diferente, único. Esa alma genera un tipo de personalidad y sumada a su genética, al lugar y sociedad donde crece luego aparecen los conflictos entre la razón y el instinto, en gran parte por eso surgen las crisis humanas, internas y externas.
En esta realidad, el hombre y la mujer se atraen inicialmente por el instinto de conservación, tratando de alcanzar la unidad de su Ser como experiencia individual y sólo consiguen, en el mejor de los casos, un poco de gratificación y la continuación de la especie, pues generalmente esta búsqueda de la unidad es inconsciente.
Pero, por nuestra condición de tener una conciencia individualizada, no nos satisface simplemente reproducirnos, queda un vacío. Entra en juego entonces la sexualidad como confrontación doble, en los planos de la materia, la energía y la mente.
La fuerza del instinto de conservación busca una vía de solución por medio del plano mental, constituyendo el Ego personal y con él empiezan los conflictos.
Uno de los grandes problemas es el daño que nos hacemos mutuamente y a nosotros mismos, algunas veces, esta manera de comportarnos se vuelve tan destructiva que nos transformamos en depredadores, en realidad los seres humanos somos intrínsecamente depredadores, los peores destructores en el sistema solar, sólo observemos el deterioro que le provocamos al planeta.
Muchos hombres y mujeres vivimos un poco ingenuos ante los depredadores, hay gente que actúa de esta manera inconscientemente y otros que lo hacen concientemente, esto es algo real y se da en nuestra sociedad todos los días. Sucede que alguien está mal, enojado, en crisis y hace daño a los que ve bien, aun a los que ama; boicotea a otros sólo por el hecho de verlos mejor. Lo interesante es que no sólo son personas los depredadores, a veces son grupos, instituciones, empresas, gobiernos, etc.
Pero los peores depredadores son las personas que parasitan, utilizan, extraen, agreden, piden, absorben, presionan, exigen, abusan, violan y matan. El asunto importante es que éste tipo de sucesos pertenecen al lado negativo de la fuerza de la existencia y destruyen lo mejor que tenemos los seres humanos para entregar.
Es difícil de asimilar y comprender el lado oscuro de todo lo que existe en el universo; pero cumple una función y así se mueve la vida, sólo que no debe haber “demasiado” de negativo. En realidad, es fundamental aprender a vernos a nosotros mismos con nuestras luces y sombras para que sea más fácil ver lo que sucede afuera.
Enlace Taller de TANTRA Y SEXUALIDAD
Lo único que podemos manejar es lo que vivimos en nosotros y hacia nosotros. Elegir una relación de amistad o de pareja constructiva no es tan difícil si usamos el sentido común. Por supuesto que todo lo que nos pasa es por algo, y de alguna manera, nos merecemos esas situaciones y problemas que nos tocan vivir, pues algo tenemos que aprender de ellos. Pero, para solucionarlos, primero hay que lograr ver la situación y luego intentar asumirla. La gente que ha sufrido situaciones terribles pensará que estoy totalmente herrado, porque duele comprender que podemos atraer, inconscientemente, ese tipo de experiencias dolorosas hacia nuestro propio ser; pero sucede, ya que lo que ocurre afuera en el mundo tiene relación con lo que ocurre dentro de nosotros mismos.
Esta manera de hacernos tanto daño genera algo que en la actualidad aumentó notablemente: la violencia en las calles y en la familia. Como dice parte de una de las tantas leyes de Córdoba, la Nº 9283: “ …se entenderá por violencia familiar, toda acción, omisión o abuso dirigido a dominar, someter, controlar o agredir la integridad física, psíquica, moral, psicoemocional, sexual y/o la libertad de una persona en el ámbito del grupo familiar, aunque esa actitud no configure delito”.
Es un delito moral y bien real si nos hace daño una relación, por eso es grave; si dejamos que suceda, también somos responsables. Es aquí donde debemos empezar a trabajar, aprendiendo a evitar que nos ocurra.
Es sorprendente que, en la mayoría de los casos, ni siquiera se los denuncia y lo peor es que hasta llega a considerarse como algo normal. Me resulta más extraño aún cuando escucho lo que me dice un amigo de un hombre que estos días mató a sus dos hijitos: - “él era muy bueno, ni sé porque hizo eso”. Este individuo declaró que lo hizo para no dejarlos abandonados y en venganza contra su mujer, quería matarla a ella luego, pero lo agarró la policía. No sé ni como llamarlo, a pesar de que conozco el nombre y sigue siendo un ser humano… sólo que ha usado su lado monstruoso.
Otros conocidos y familiares decían lo mismo, que era un hombre “muy bueno”, sólo le pegaba “de vez en cuando” a su esposa, ¿dónde y cómo estamos viviendo que una persona que abusa de alguien más débil, lo mismo es considerado como bueno?, sé que es normal que éste tipo de personas cree una imagen ante los demás, pero ¿qué idea tenemos de una persona constructiva y digna, aunque sea amable y simpática, si sus hechos dicen lo contrario?
Vemos la violencia masculina y el abuso hacia la mujer en todos los niveles sociales, pero la violencia brota en cualquier lado y en todas las edades, ahora se suman los juegos sangrientos en las computadoras… desde niños estamos destruyendo y despedazando gente, “fría y apasionadamente”; dedicamos tiempo practicando para ser depredadores, lamentablemente no sólo no hemos superado la agresividad sino que la hemos vuelto sofisticada, y más aún, si calamos más hondo veremos que el ser humano tiene una tendencia a abusar del más débil; hasta nos gusta porque nos hace sentir poderosos. Ésta es una simple y muy destructiva manera de vivir el instinto, así nos pasa con ancianos, niños y todos los que son más débiles que uno.
Al llegar a una casa para asegurar las puertas y las cerraduras luego de un robo observo un problema básico, el abuso. Un robo simboliza una gran descarga, que estoy seguro tiene que ver con lo sexual mal canalizado, mal aprendido.
Seguramente en la época en que la fuerza bruta era imprescindible para vivir y nos comportábamos casi como animales tenía lugar la violencia, pero ahora, en el presente, todo esto no tiene ningún sentido. Es fundamental que cambiemos lo que nos queda de esa agresividad instintiva para no seguir actuando como animales, repitiendo el esquema en el cual el más fuerte o con más dinero, títulos, fama o poder hace lo que quiere con alguien más débil; en lugar de darle una mano por ser más fuerte.
En las Damas
Es la vida casi como en la selva, y peor aun en algunos ambientes de esta sociedad. Es por eso que toda mujer debe ser conciente de esto, para estar y sentirse más segura de no ser consumida o devorada. A veces, este tipo de depredador, conciente o inconscientemente, se abusa de la energía femenina, de su fuerza creativa, tomándola para su propio placer y dejándola en el vacío, en blanco; y la mujer se queda sin saber qué paso y dónde estuvo su error, por qué se quedó sin energía.
Es simple reconocer a este tipo de gente, sólo es necesario activar la intuición y el instinto de conservación, las dos cosas. A través de ello se dará cuenta de que está cerca de alguien así, pues si es en una relación, ésta seguro la hace sentirse más pequeña, insegura; en lugar de más grande y dichosa.
Convertirse en una reina, o por lo menos que la traten de esa manera, es el sueño de muchas mujeres; en realidad sentirse amada como una reina. Pero esto puede no ocurrir, y generalmente así sucede, pues a veces es la propia pareja que han elegido para sus vidas el depredador que asesina toda sus posibilidades: las prostituye, corrompe y castra debido, entre otras cosas, a la inseguridad masculina que se basa en el miedo a la gran fuerza natural de la mujer. Pero, lo más raro es que aún en esta época la mujer deja que eso pase y otras hasta ayudan a que suceda.
Es evidente que en su propia mente está ese “depredador” y por eso se refleja en la realidad, atrayendo o aceptando este tipo de hombre, incluso muchas repiten los mismos problemas y cuando cambian de pareja vuelven a recibir el mismo mal trato.
Ahí también se debe trabajar, pues la liberación de la Shakty comienza a través de la misma mujer, esa es una de las llaves, incluso puede utilizar al depredador en su interior en favor de sí misma, destruyendo en ella todo lo que la ata, la disminuye, comprime, le impide el fluir de su verdadero Ser.
Todavía puede verse a muchas mujeres que quieren imitar al hombre: actúan como cualquiera de nosotros, fácilmente levantan la voz de manera autoritaria e incluso llegan a dejarse de lado a sí mismas descuidando su peso o abandonándose en el sentido de la belleza femenina externa, reemplazando los cuidados de su persona con actitudes masculinas o desarrollo intelectual, entrando en competencia con hombres y mujeres, en lugar de ser ellas mismas.
Cada vez se conocen y desarrollan más ideas de cómo liberarse de la aún aparente “dominación sexual masculina”, pero la vía total y real es dejar fluir la fuerza femenina, la Shakti, la sexualidad complementaria de la mujer. En este reino nadie puede competir y en realidad, no es necesario.
Cuando una mujer vive fuera de sí misma, con mandatos o tendencias externas, en lugar de seguir su propio conocimiento y necesidades internas, que incluyen toda esa fuerza intrínsecamente femenina y el poder erótico natural que posee se limita, siguiendo una estructura social que no tiene que ver con ella.
En cambio, una mujer que se encuentra en contacto con lo erótico dentro de su Ser y su persona se sentirá menos dispuesta a aceptar la impotencia u otros estados del Ser que no son parte de su naturaleza, tales como la resignación, la desesperación, la auto-destrucción, la depresión, la auto-negación y el miedo a crecer o a tener éxito, que la deja al costado de sus verdaderas posibilidades, en situaciones mediocres o dolorosas.
Puede observarse, como complemento destructivo del depredador externo, que dentro de sí misma aparece el apego excesivo a la naturaleza, pues es la que da la vida, ella es la “Madre Tierra” por medio de la cual viene la vida superior al planeta, la vida física a través de los niños y la iluminación a través de su inspiración y sexualidad. Sus hijos, su casa, su hombre, sus emociones, su cuerpo pueden ser un problema que aún frene a la mujer, pues el apego crea dependencia, la dependencia de algo externo te saca del centro interno para ubicar el sostén afuera. Por más que eso externo sea maravilloso, si crea dependencia ya no puede ser ella misma, en realidad se convierte en esclava de su propia naturaleza.
Amar sin apegos, con libertad, puede ser la clave para la mujer. Tal vez, un tiempo sin estos “apegos” le dé la posibilidad de más sabiduría, así me parece que será la nueva mujer Maestro o Sacerdotisa. Esto no quiere decir ser irresponsable y olvidarse de los que la necesitan, sino cumplir su labor y luego desapegarse, por ahí vendrá seguramente la prueba de verdadera sabiduría para una mujer en un camino Iniciático para el nivel de Maestría.
Una mujer que florece a la vida ya no daña ni se daña, es pura energía y luz.
Hombres.
Para los hombres la situación es muy similar pero existen algunos detalles diferentes, pues un varón sin la fuerza masculina afirmada y la femenina desarrollada en su interior está a merced de cualquier mujer depredadora y, prácticamente, ningún hombre puede resistir a una mujer que sabe utilizar toda su energía, que sabe y conoce muy bien las debilidades del varón. ¿Cómo nos controlamos sin una práctica adecuada del Pratyahara ante una mujer bella o muy femenina? Es difícil, en el plano físico somos tan simples e instintivos. Esa es la realidad.
Yo diría que lo mejor que puede hacer un hombre para mantenerse más o menos leal a su familia y cuidarse de sí mismo, para no bajar demasiado a lo instintivo dónde termina horizontalizando su energía es ser completamente feliz en su matrimonio y no darse oportunidades o relaciones de amistad poco convenientes. Hay que estar muy centrados para que no nos influyan los demás, simple ley de entropía y, por supuesto, necesitamos recibir ayuda de la pareja.
El abuso físico ya no es sólo utilizado por el hombre, ahora hay damas que se han vuelto demasiado agresivas y también utilizan, piden, sacan, usan, aprovechan, venden su belleza, absorben, parasitan y golpean. He visto que cuando la mujer tiene mucho masculino compite y de todas las maneras posibles trata de bajar o boicotear a cualquier hombre que parezca superior a ella; y como lo vi en damas amigas también comprobé que es inconciente, hasta sin mala intención a veces, es simple necesidad de mayor reconocimiento y valoración. Pero los hombres que atraen éste tipo de mujeres terminan sin nada: sin sueños, sin libertad, sin seguridad, simplemente sin ser ellos mismos; entonces el planeta pierde algo, pues ser únicos es la cualidad principal de cada ser humano. Por lo tanto, dejar morir el hombre que somos es una pérdida irreparable.
No se puede dejar de lado su responsabilidad en relación con la pareja y los hijos; no es constructivo que continúe aún la tendencia entre las damas, y los mismos hombres que lo permiten, a vivir un poco castrados, tanto que luego de casarse pierden los viejos amigos, ya no salen con libertad y dejan de ser creativos, alegres, vitales. Con la excusa del matrimonio terminan en hombres títeres y tristes que no le sirven ni a la pareja (que le ayudó a llegar a ese punto), ni a ellos mismos. Es el tiempo de la interdependencia, en el que nos necesitamos y ayudamos mutuamente a ser mejores seres humanos.
Si a nivel social bogamos por una mujer más desarrollada y libre, como hombres debemos fortalecernos, desarrollarnos, afirmarnos y centrarnos. En estos años vemos cómo la mujer avanza y se prepara en todos los niveles de una manera maravillosa y constructiva para todos. Pero los hombres, en lugar de hacer lo mismo y seguir cultivándonos, nos estamos quedando y dejando de lado. En casi todos los cursos o talleres de Desarrollo Humano más del 75 % de los asistentes son mujeres. Es extraño, como un boicot general inconciente a nosotros mismos.
Necesitamos salir de ésta apatía y seguir avanzando, de manera tal que no nos maneje tan fácilmente lo instintivo; y como el instinto es un animalito, lo mejor que podemos hacer es mantenerlo contento y sin hambre para que no moleste ni nos arrastre. Es fácil acariciar un león si no le tenemos miedo y no tiene apetito, (lo digo porque lo he hecho). Así de simple, con el plano animal bien canalizado y feliz le podemos agregar a nuestra vida un objetivo superior o espiritual, como la búsqueda de una conexión conciente con lo sagrado, con el universo, como algo que se encuentre por encima de todo lo que vivimos normalmente como humanos. Entonces es más fácil superar cualquier tendencia a degradarnos.
Otra manera que tenemos los hombres de ser depredadores es utilizar el cuento del abandono de la pareja actual, del vacío que tenemos y del consuelo que necesitamos. Nos mostramos y sentimos víctimas para que nos consuelen, prometiendo o insinuando a esa pareja momentánea, que se transforma en amante, que es la pareja ideal; cuando en realidad casi seguro nunca será una pareja estable y para nosotros sólo llena alguna necesidad. El hombre no percibe entonces que queda dividido al amar, sin profundizar en ninguna de las dos relaciones.
Sin ninguna duda los depredadores hombres somos los peores, pero también participan mujeres, he visto mujeres que motivan la violencia y lo animal en los hombres de una manera realmente muy instintiva, sacándole al “macho”su parte más oscura, debido a celos, lujuria, ambición, venganza, incluso a riesgo de que lastimen a sus propios hijos. Un hombre, en ese estado llega a comportarse peor que un animal, así sucede con los asesinatos, de una manera realmente antinatural.
Las protestas feministas, según mi visión, se basan no tanto en la igualdad sino en el amor. En el caso de los hombres es, en general, por la libertad. Tendríamos que trabajar por ambos móviles: amor y libertad. Así lograremos la equidad.
La dominación masculina seguramente comenzó en el sexo físico, el manejo del dinero y el poder, ésta es una realidad que todavía tenemos que superar. Intentar manejar al otro mediante ese poder no le da ganancia a nadie. Ese mundo, aún parece ser “el mundo del hombre” y lo construimos sobre la fuerza de la agresión sexual instintiva y con ayuda de las mujeres, así nos criaron. Por eso el dinero y el poder son pilares fundamentales en una sociedad, en muchos aspectos, corrupta y no lo es la ayuda mutua, por ejemplo. Sacar ventaja y ganar a cualquier precio son la tendencia, pues la sociedad ama a los ganadores y casi nadie mira como llegaron a tener éxito. A esto también lo generan las damas que se acercan a cualquier hombre poderoso o famoso, sin importar de qué manera logró ese poder, esa es también una manera de prostituirse. Debemos cambiar esto, es fundamental que nuestros objetivos como hombres y mujeres sean más constructivos. He visto gente inteligente y creativa cambiar mucho por el estímulo y la presión de su pareja para que logre ser “alguien” sin importar el costo, no es este tipo de mujer el problema, aunque realmente influye, somos nosotros que nos dejamos arrastrar.
La mayoría de los roles en la humanidad prácticamente nos definen externamente, en lo social destruyendo al individuo; y ya es tiempo de dejar de ser lo que quieren nuestros padres, la pareja o cualquier institución de la sociedad y permitir que se manifieste lo que nos fluye vivir. El valor de alguien consiste en lo que somos, y no en lo que tenemos o parecemos. Lo que somos se mostrará a través de nuestros hechos.
A mí me encanta mi oficio porque la mayoría de las veces tengo que andar con la ropa de trabajo con grasa o sucia de grafito, mi esposa me insistió durante varios años que debía estar más prolijo, presentable, hasta trajo otras damas para que expresaran lo bien que me vería con otra ropa en el trabajo; ¡imposible! Aunque reconozco también su punto de vista. Al tiempo ella desistió y hasta le encontró sentido a mi planteo. Me gusta así, no preocuparme por la ropa cuando estoy en el taller de la cerrajería para concentrarme en el trabajo y sobre todo, me gusta porque la gente te juzga por tu aspecto y no te ve por dentro, tan condicionados estamos a veces que alguien mal vestido o de ropa de trabajo no es “alguien”. Claro, si asistimos a una boda, una fiesta, una práctica de meditación, una operación o a la hora de comer en familia, llevar ropa sucia y estar incorrectos es totalmente desubicado y también tonto, molesta, pica, huele mal.
Insisto, los roles en la sociedad nos definen en lo externo porque inclinan ciertas circunstancias, mas conozco gente valiosa y bella de alma en cualquier nivel social, pues en realidad es nuestro Ser quien nos define esencialmente, podemos ser buenas o malas personas como jardinero, contador, albañil, medico o legislador.
Contemplando todo esto con la imagen o lo que mostramos hay que usar el sentido común y situarse: cuando estamos con una dama, sea ésta la pareja que tenemos hace 30 años o alguien a quién recién conocemos, muchas veces destruimos momentos sublimes; somos nosotros mismos nuestro propio depredador porque no nos damos un buen baño, ni utilizamos un perfume agradable, ni vestimos la ropa adecuada al momento y lugar. Demasiados hombres todavía descuidamos nuestro aspecto, no prestamos atención a que cada momento y rol que vivimos requiere una presentación exterior adecuada, lo cual colabora para que todo vaya mejor, esto debemos aprenderlo de las damas.
Decía Krisnamurti: “La relación basada solamente en necesidades mutuas sólo trae conflicto. Por interdependientes que seamos, nos usamos el uno al otro para un propósito, para una finalidad. Con una finalidad en perspectiva, la relación es inexistente. Usted puede usarme y yo puedo usarle. En esta utilización perdemos contacto. Una sociedad basada en la utilización mutua de sus miembros es el fundamento de la violencia. Cuando nos usamos el uno al otro, sólo tenemos la imagen del fin que deseamos obtener. El fin, el provecho, impide la relación, la comunión. En el uso que hacemos de otro, por satisfactorio y confortador que pueda ser, siempre hay miedo. Para evitar este miedo, tenemos que poseer. A causa de esta posesión, surgen la envidia, la suspicacia y el conflicto constante. Una relación así, jamás puede ser fuente de felicidad
Una sociedad cuya estructura se basa en las meras necesidades, ya sean fisiológicas o psicológicas, tiene que engendrar conflicto, confusión y desdicha. La sociedad es la proyección de uno mismo en su relación con otro, relación en la que la necesidad y el uso mutuo son predominantes. Cuando usted usa a otro para sus propias necesidades físicas o psicológicas, en realidad no hay relación en absoluto; usted no tiene un verdadero contacto, una comunión verdadera con la otra persona. ¿Cómo puedo tener una comunión con el otro, cuando el otro es utilizado como un mueble para mi propia conveniencia y comodidad? Así pues, es esencial comprender el significado de la relación en la vida cotidiana. “
Algo que perjudica mucho, creo más a los hombres que a las mujeres y sucede sin darnos cuenta, es dejar que la imaginación trabaje demasiado. Cuando pasamos demasiado tiempo sin amor o cariño nuestras emociones y la mente utilizan esta alternativa. Es fácil darnos cuenta porque en algunos casos nos masturbamos demasiado, y no sólo es el cuerpo que necesita cariño físico sino que también nos activamos muchas veces por pensar demasiado en algo que nos falta y nos ponemos a imaginar que hacemos el amor. Pienso que la mayoría de los hombres malgastamos mucha energía en esta tendencia. Seguramente, en una etapa de la vida, al llegar la adolescencia y durante algunos años más, masturbarse es sano para conocerse, contentarse y aceptarse, incluso pienso que es algo que debemos vivir y disfrutar sin culpas ni prejuicios. No hay problema con esto, pues es parte de nuestro instinto de reproducción y si lo necesitamos hay que disfrutarlo. Pero es totalmente conveniente superar esta etapa y no quedarnos anclados en ella, para buscar algo más profundo y superador que nos recree en todo sentido, viviendo la experiencia con otro ser bien concreto.
Lo más complejo es que la realidad casi nunca tiene que ver con lo que imaginamos alguna vez, sobre todo en relación con las damas. El problema más grave es que luego es difícil disfrutar del presente con alguien de carne y hueso que, como ser real, posee algunos defectos. Si no somos capaces de conectarnos y aceptar a esa persona tal como es, terminamos complaciéndonos en nuestra mente y compensándonos en algún plano fuera de ese presente que vivimos. El resultado es triste para ambos.
De todos modos una recomendación que por simple no deja de ser importante, y tampoco es un chiste, es que una mujer siempre está “más delgada”, no importa cómo sea ni quién sea, el momento o el lugar, siempre está más bonita y más delgada. Si le dices lo contrario sólo la molestarás y se enojará, por más bien intencionado que sea el comentario. Pensando que así adelgazará o se cuidará, aun si lo pregunta y pide que le digamos la verdad, sigue más delgada. Y en definitiva…¿Quién decide que alguien es más bello o más feo, con mejor forma o lo contrario?. Aquí es donde nos explotan y nos venden una imagen canalizada para algo, con canciones, películas, fotos, moda, productos de todo tipo, que además nos ayudan a estimular más la imaginación, dejando de vivir la realidad tal cual es. Si tomamos ese punto de referencia, nuestra pareja nunca llegará a ser una diosa, pues las diosas sólo están en las pasarelas, los videos y en la televisión. Entonces dejamos de vivir nuestra vida y sólo miramos cómo viven otros.
Otras veces, los seres humanos buscamos un escape a través de los negocios, trabajando demasiado, acumulando riquezas, lo cual representa sólo un modo de aturdirnos por nuestra incapacidad y miedo de amar bellamente a través del cuerpo y el contacto real. ..... del libro Vida de Hombres y Mujeres Tantra de lo Humano a lo Sagrado...
Video..La monogamia no es naturalhttp://www.redesparalaciencia.com/311/redes/redes-26-la-monogamia-no-es-natural-29-minutos
EXUALIDAD SAGRADA
Cuando nos planteamos la posibilidad de vivir una sexualidad elevada, abarcando desde lo físico hasta lo espiritual, lo primero que tenemos que ver y asumir es que los seres humanos contaminamos casi todo: desde tirar un simple papel o una lata de gaseosa vacía por la ventanilla del auto en una ruta, hasta el agua que consumiremos luego; es extraño pero aún no hemos aprendido bien este asunto de respetar y cuidar lo que nos rodea, lo cual nos convendría a todos.
Si nos damos cuenta de cuánto ensuciamos nuestro entorno, en todos los niveles, podremos imaginar cuán lejos estamos de lograr mayor sutileza en una experiencia sexual, en la que todos los detalles del día a día cuentan y aportan, a favor y en contra, en cualquiera de los planos.
Hay que saber que en un ambiente contaminado por fuera y por dentro, debido a las broncas, los malos tratos, la tristeza y teniendo una mala alimentación basada en productos chatarra que intoxican el cuerpo; con nuestra mente llena de confusión e ideas de otros (que no sabemos si son ciertas) lograr otro tipo de experiencia es muy difícil. Por aquí tenemos que empezar el cambio, por la ecología personal, que es la única manera de llevar el equilibrio afuera. Y es en relación con esto que se torna importante citar y poner en práctica los elementos del Yoga, como alternativa y herramientas trascendentes.
Le sumemos a todo esto el vacío interior que vivimos hoy, como individuos y en pareja, ya que en ciertos casos estamos “solos en compañía”. Pienso que la principal razón de esto es que todavía no asimilamos que somos seres espirituales; no lo digo en el sentido religioso, me refiero a que somos mucho más que materia, venimos y nos movemos en un universo que gira en espiral, que es espiritual y se ordena debido a un conjunto de Leyes Naturales. Lo mismo ocurre con nosotros: nuestro centro material, el cuerpo físico, también es espiritual porque se polariza en esas mismas fuerzas, y está también relacionado con la energía; ¡además es mental!. Sólo es cuestión de pensarlo y descubriremos la lógica.
El Ser se mueve en espiral y cada pedazo del sí mismo que anida en nosotros se mueve igual, por eso es acertado definirnos como Seres Espirituales; el esquema es simple: el plano o cuerpo material tiene un sub plano físico del físico, y también un plano emocional, mental y espiritual; a su vez, el emocional tiene un sub plano físico, el emocional del emocional, el mental y el espiritual; lo mismo se aplica al plano mental y también al transpersonal. Todos los “planos” tienen sub planos físico, emocional y mental y ya sabemos que todo está constituido por partículas, espirales, o sea espirituales que son la fuente y parte de todo el universo. as parejas generalmente afinan en alguno de estos planos y subplanos y se casan sin saber que hay mucho más por trabajar, coincidir o complementar. Por eso aparecen los vacíos.
Enamorarse en alguno de los planos no completa la pareja, es sólo el comienzo de algo, incluso podemos amar a alguien desde el subplano físico del físico y el otro amarnos desde el plano anímico, emocional, al final con el tiempo no nos entendemos, ni comprendemos al otro, esto debe trabajarse mucho. Por eso, lo que necesitamos entre las múltiples posibilidades que existen en la actualidad, es encontrar un modelo de pareja que tienda hacia un desarrollo superior, o sea llegar a enamorarse en todos los niveles o cuerpos para vivir una vida más intensa, completa y para eso debemos buscar lo espiritual, no como una “espiritualidad” con carga religiosa, a veces infantil y dogmática; si no esa fuerza profunda que mueve todo. Debemos dejar de relacionar lo espiritual únicamente con lo religioso, como si sólo existieran juntos, usemos bien esta palabra, es menester saber que para afinar con ese orden del cosmos y ubicarnos en él concientemente, no debemos ser necesariamente religiosos, sólo descubrir todo lo que somos más allá del cuerpo material.
Sexo y amor
Algunos dicen que el sexo es el quinto poder del ser humano y que a través de él se puede liberar o esclavizar al hombre. No sé si es un poder, en realidad prefiero no verlo así, porque pienso que los que sólo buscan poder se pierden lo mejor de sí mismos, que es Ser. Pero sí considero que es un potencial enorme de energía, mal aprovechado aún.
Diría que casi nadie puede llegar a ser total, o realizarse completamente, sin despertar esta fuerza o haber vivido, por lo menos alguna vez en su vida, la experiencia de descubrir ese contenido oculto en y a través de otro ser humano.
Hay ciertos profesionales que definen al amor como "una adicción química entre dos personas", como si fuera una especie de droga. Otros sostienen que el amor es una combinación de imágenes cerebrales, hormonas y genética. Entonces, cuando existe enamoramiento, de verdad se dan, en mayor o menor medida, una serie de circunstancias como la atracción física, mencionada comúnmente como “cuestión de piel”, la atracción sexual o el afecto y el apego duradero, transformados luego en sentimientos. Estos “sentimientos” desencadenan en nuestro interior un conjunto de alteraciones químicas que generan sustancias como la dopamina, (hormona neurotransmisora) responsable de la sensación de atracción, o la serotonina, neurotransmisor que se encuentran en el sistema nervioso central y que tienen mucho que ver con el estado de ánimo, dicen que también está implicada en los pensamientos obsesivos.
Seguramente es cierto lo que sucede químicamente en el organismo al afinar con alguien que nos atrae mucho, o cuando comenzamos a estar enamorados; pero, considerarlo sólo desde la perspectiva de lo físico es mantenerse en lo superficial.
Hay mucho más en un encuentro entre dos seres humanos, no podemos dejar de tomar en cuenta ese cúmulo de experiencias en lo que llamamos alma que es lo más importante que traemos y nos hace encontrarnos con otro, porque allí reside la verdadera fuerza de la sexualidad que se descubre con la unión completa de los polos masculino y femenino del Alma.
Es tan simple: se juntan o se rozan dos cables, uno con su carga negativa o neutra, el otro con su valor positivo y salen chispas, armándose un cortocircuito tan grande cómo la cantidad de voltios que traigan. Si están demasiado tiempo pegados se funden por completo y todo queda en nada, perdiéndose toda la energía. Pero si se conectan a través de un buen filamento protegido para que fluya la energía naturalmente, esa fuerza se transforma en luz; y de acuerdo a la cantidad de energía y lo que resista el filamento habrá más luz. Así resulta cuando una mujer y un hombre se polarizan estableciendo una conexión en cada plano de las posibilidades humanas y del Ser, siendo el campo electromagnético de la pareja el cristal que protege el “filamento”, que es la parte donde están unidos. Por eso las posibilidades humanas son mucho más que materiales, podemos transformar la energía en luz; entonces la mujer, el polo femenino, se puede convertir en la Sacerdotisa de la tierra y el hombre, el polo masculino, en el Guerrero de la luz. Creo que estamos desarrollando, debido a la evolución, nuevos arquetipos de hombre y mujer, similares a los anteriores pero más definidos y completos.
En un universo que se mueve, expande y evoluciona constantemente la sexualidad no puede quedar atrás. Se la puede experimentar de muchas maneras y todas pueden ser válidas para cada quien; debemos respetar eso. Pero, sin ninguna duda, comenzar a orientar estas experiencias hacia planos más sutiles y como una herramienta para seguir creciendo en sustancia y en conciencia es, en el presente, una necesidad y lo que le dará futuro a las relaciones humanas y a la familia.
Entonces, para llegar a una sexualidad sagrada, o por lo menos más profunda, deberíamos considerar el amor como la búsqueda de lo mejor y más constructivo, la búsqueda del BIEN de la persona amada, además de lo que surja naturalmente en cualquier plano. Esa disposición se mantiene con la voluntad y no debe depender únicamente de los sentimientos, aquí aplicar el Pratyahara es muy importante; los sentimientos no son malos, son parte de las expresiones de la persona, pero, no alcanzan para edificar una relación de Amor y libertad profunda, pura y verdadera. Los sentimientos son pasajeros, ninguno dura para siempre, lo podemos comprobar todos los días, a toda hora, sólo observándonos un poco. La alegría, la pena, la euforia, el enojo y la tristeza son ejemplos de emociones y la realidad nos enseña que nadie está alegre o triste siempre, podemos tener una tendencia general positiva o negativa y en ciclos, pero lo mismo variará.
Por todo esto, se afirma que los sentimientos son emociones pasajeras, pero, el verdadero Amor está llamado a la eternidad. No sé si durará una eternidad pero estoy seguro que cuando amamos conectándonos a alguien, incluyendo todo lo que vemos y somos como personas y seres, nos tocamos la esencia, algo así perdura, pues la conexión es de Ser a Ser y el ser está en todo trascendiendo los ciclos de vida.
Entiendo por “conexión” y “estar conectado” la acción y el efecto de conectar, es decir, tener un punto de enlace. Ese momento en que la Mente Individual se comunica con la Mente Universal, el hallarse en una misma linea y onda vibratoria con tu Ser, con tu propia Fuente Interna, y por su intermedio, con el Ser Universal.
Es así que el amor debe tener una disposición y entrega, eso se nota realmente cuando, independientemente de como estemos o nos sintamos, buscamos y hacemos las cosas que le sirven positivamente a la persona amada. Para llegar a eso necesitamos madurar, tener un centro que nos mantenga afinados y concientes en el presente; hay tanta gente que dice amar y cuando se enoja se convierte en el peor enemigo ¿cómo es esto? ¿cuán profundo es un amor que ante cualquier emoción negativa se convierte en lo opuesto?. ...continua solo por pedido
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